Entrevista para LebrijaDigital.com

 

A continuación transcribo la entrevista que me hizo la revista LebrijaDigital.com :

   José Armario Pérez: “Con una cámara réflex y trabajar en modo automático no se le saca todo el partido a la cámara”

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José Armario: “Con una cámara réflex y trabajar en modo automático no se le saca todo el partido a la cámara”
El mundo se detiene para que José lo capte. La lente es su mejor aliada y él lo sabe. Su pasión es la fotografía y congela los momentos para explorarlos. José Armario es un lebrijano diplomado en Fotografía y licenciado en Comunicación Audiovisual y proyecta sus conocimientos de esta rama a sus alumnos en los talleres de fotografía que realiza en la localidad para poder así ofrecerles la magia de la captura. 
¿Desde cuándo viene tu afición por la fotografía?
Mi afición por la fotografía viene desde pequeño. Mi primera cámara la compré por correspondencia a los 9 años y mis padres me compraron una Werlisa color cuando tenía unos 10 años. En aquella época me gustaba mucho ver las fotografías familiares, de mis padres, abuelos, tíos, primos… Me fascinaba la posibilidad que te daba la fotografía, de conocer la imagen de mis familiares desaparecidos.
Me gusta una frase de uno de mis fotógrafos de referencia Henry Cartier-Bresson escritas en 1952: “En el tiempo presente, el espacio nos impacta con mayor o menor intensidad y luego nos deja (visualmente) para ser aprisionado en nuestra memoria y modificado allí. De todos los medios de expresión, la fotografía es el único que fija para siempre el instante preciso y a cosas que están en continuo trance de esfumarse, y cuando se han esfumado no hay nada en este mundo que las haga volver.”
¿Cuándo decidiste montar un taller en Lebrija?
Hace ya más de 18 años que tuve la idea de dar clases de fotografía. Me encanta la enseñanza, la primera carrera que estudié fue la de Profesor de primaria. Una manera de unir mi pasión por la enseñanza y por la fotografía era dar clases de fotografía. Por aquella época era muy difícil encontrar clases de fotografía en la provincia de Sevilla o de Cádiz. Yo venía de vivir en Barcelona donde había varias escuelas y donde había estudiado también Fotografía. Lo planteé a la Delegación de Cultura, y en la misma casa de la cultura impartí mi primer curso en Lebrija, corría el año 1998. En aquel momento teníamos cámaras de carrete, y contábamos con una habitación donde teníamos una ampliadora para el revelado y la ampliación de las fotografías.





¿Qué suelen buscar en él?
La mayor parte de las personas que acuden buscan saber manejar la cámara réflex digital, y poder trabajar en modo manual. Es lo más demandado. Me he encontrado con muchos alumnos que tenían una cámara réflex, que llevaban años con ella y no sabían disparar en modo manual. Para la mayoría de las personas resulta dificilísimo entender el proceso de fotografiar en modo manual, así como el hecho de aprender a enfocar y disparar correctamente. En mis cursos, en dos o tres clases todo el mundo aprende a disparar en modo manual.
Con una cámara réflex y trabajar en modo automático no se le saca todo el partido a la cámara. La fotografía es un medio de expresión, es una manera de detener el tiempo, es un trozo de espacio-tiempo inmortalizado, y hay que usar las posibilidades que nos dan las cámaras manuales, como es el control del tiempo y del diafragma, fundamentalmente.



¿Qué ofreces en él?
Aparte de Lebrija he impartido cursos en El Cuervo, Jerez y en la Universidad de Cádiz. He impartido cursos de Composición, de Gestión de Color, de Fotografía de Paisaje, de iniciación y de nivel medio y de retoque fotográfico. Cursos de 15, 20,25, y 50 horas. Refiriéndome al curso de iniciación a la fotografía, que suelo impartir todos los otoños, a través de la Delegación de Igualdad del Ayuntamiento de Lebrija, este curso lo fundamento en varias partes, por un lado el conocimiento a fondo de la cámara fotográfica, por otro el estudio de la composición y de la iluminación, trabajamos la visión fotográfica, los conocimientos básicos de retoque fotográfico, así como los métodos para compartir fotografías. En la fotografía digital, es imprescindible tener algunos mínimos conocimientos de informática y de algunos programas de retoque
Intento cambiar la forma de mirar de los alumnos, aprender a mirar de forma fotográfica, propiciar un cambio en la percepción visual. Intento enseñar los cimientos de la fotografía, para que a partir de aquí cada uno pueda desarrollarse. Y oriento a cada alumno acerca del género que se le da mejor, para que pueda incidir más a fondo en él.
La forma de aprender fotografía en mis cursos es muy práctica, hacemos salidas a distintos sitios como el casco antiguo, San Benito, la Balsa Melendo, el río, para aprender practicando, ya que está demostrado que es la mejor forma de aprendizaje. También les doy una serie de ejercicios para practicar en clase o en casa. En la mayoría de los casos, mis cursos significan un antes y un después en el aprendizaje fotográfico de mis alumnos, que salen preparados para disfrutar mucho más de su afición.Por mis cursos han pasado ya más de 200 alumnos.Estoy muy orgulloso de haber enseñado a todos estos alumnos lo que sé de fotografía



¿En qué crees que se diferencia la fotografía de hace 30 años con la de ahora?
Aunque el principio de la fotografía es el mismo, una cámara oscura como medio de captar la imagen, la fotografía ha cambiado mucho desde los años 80 hasta ahora. Ha cambiado más en 30 años que en un siglo y medio de existencia. Desde su invención en 1826 hasta los años 90, hubo pocos cambios porque desde que Fox Talbot creó el primer negativo fotográfico, éste se ha mantenido hasta nuestros días.
La tecnología digital, que ha traído consigo además, la aparición de los teléfonos móviles e internet ha sido determinante Con la llegada de la fotografía digital la cosa cambió radicalmente. Para los aficionados, era un rito hacer las fotografías llevarlas a revelar y verlas solo o compartirlas en familia. La fotografía eran recuerdos para guardar en álbumes. Hoy el álbum familiar son las redes sociales. Hoy con la inmediatez de la fotografía digital, más que fotografías para guardar, son imágenes para compartir, para intercambiar.
Hoy día casi todo el mundo hace fotos, sobre todo en occidente, y la inmensa mayoría se hacen con móviles. Solo hay que mirar a nuestro alrededor, para comprobar que hay muy pocas cámaras fotográficas en cualquier sitio, en una fiesta, en una feria, en un concierto, en la playa, casi todo son móviles. La producción de las fotografías es enorme y sobre todo se comparten pero no se imprimen La creación de imágenes se ha democratizado de forma extraordinaria, y ya no se hacen fotos solo en los eventos personales o familiares, la usamos a diario para comunicarnos, hoy todo es fotografiable.
Hoy es más fácil aprender fotografía, ya que las cámaras digitales permiten ver la foto al instante, y muchas personas fotografiando en automático obtienen fotografías correctas. Ello ha permitido que haya un exceso de oferta de imágenes y que muchas personas se consideren fotógrafos sólo por tener un buen equipo. En este sentido la profesión de fotógrafo se ha devaluado ciertamente.


La imagen digital ha facilitado que algunos estudios de fotografía hayan cerrado sus puertas, por razones variadas, entre ellas por no haberse adaptado algunos fotógrafos, o porque la fuente de ingresos de los revelados de los carretes ha disminuido mucho o porque ha aumentado el intrusismo, los aficionados que hacen competencia desleal.
A nivel conceptual, hoy en día estamos inmersos en lo que se denomina “postfotografía”, en la era de internet y el teléfono móvil. Joan Fontcuberta fotógrafo, ensayista y docente español publicó un decálogo sobre la misma en el año 2011, donde esboza las características de la misma. Próximamente publicaré un artículo sobre este fenómeno en mi blog de fotografía.
Los retratos y los autorretratos, selfies y reflectogramas, se han multiplicado de forma exponencial, a la vez que se suben a internet, de forma narcisista, exhibicionista y donde la frontera entre lo público y lo privado es cada vez más tenue, y que nos ha traído el palo de selfi, objeto de dudoso gusto, que empieza a abundar por doquier. Podéis encontrar un completo artículo que publiqué sobre ello en el apartado Fotografía para aficionados de Lebrija digital.
Estas son en mi opinión, los cambios más importantes que se han producido.




En tus fotografías personales ¿qué buscas transmitir?
Cuando hago fotografías, busco en primer lugar que me gusten a mí, eso es lo primero. Además intento transmitir mi punto de vista, intento emocionar, que el espectador no sea indiferente a mi propuesta visual, que le diga algo, y que provoque sensaciones en el espectador. Hay que tener en cuenta que el espectador puede transformar la fotografía, puede interpretarla de forma distinta a lo que el fotógrafo sugiere. Por lo que el mensaje debe ser lo más claro posible. El lenguaje visual se dirige a nuestro hemisferio derecho que es el intuitivo, simbólico, creativo, el que procesa el lenguaje no verbal. Por ello aunque se puedan analizar, las imágenes hay que “sentirlas".
¿Tienes algún fotógrafo de referencia?
Sí claro, pero no solo uno, hay muchos fotógrafos que me gustan. Los primeros fotógrafos que descubrí fueron Henry Cartier Bresson y David Hamilton. Además de estos me encantan también los siguientes, cada uno por un motivo diferente, Ansel Adams, Richard Avedon, Helmut Newton, Sebastiao Salgado, Annie Leibovitz, y como españoles, Chema Madoz, Javier Vallhonrat, Toni Catany, Cristina García Rodero y José Manuel Navia. Mi estilo ha ido evolucionando con el tiempo y mis influencias más importantes son de estos fotógrafos.




Cuáles son las bases para tomar una buena fotografía?
De forma muy resumida son, la formación cultural y visual, la capacidad de observación, el punto de vista elegido, la composición, la iluminación y el conocimiento de la propia cámara.


¿Qué intentas transmitir a tus alumnos para tomar la mejor foto posible?
Que ser un buen fotógrafo no depende de la cámara que tengas, que conocer la cámara no te hace buen fotógrafo, pero que es imprescindible conocer tu herramienta de trabajo, que hay que seguir aprendiendo siempre, que cada uno es diferente, que cuando más culto seamos mejores fotógrafos seremos. Que fotografiemos lo que nos atraiga, que creamos en nosotros mismos, que no dejemos de mirar fotografías de otros fotógrafos, que no dejemos de fotografiar.
La fotografía es una afición para personas activas, las personas perezosas no pueden ser buenos fotógrafos, porque para hacer fotografías hay que moverse del sofá, hay que ir al sitio, hay que estar allí. Todos tenemos una historia detrás, una familia, una infancia, unos estudios, una cultura, unas aficiones, a cada uno nos gusta un tipo de cine, de literatura, de música, cada uno somos diferentes y cada uno como fotógrafos haremos fotografías diferentes. ¿Mejores o peores? Diferentes. Es necesario conocer la técnica, la técnica viene a ser como la mitad, y la otra mitad es creatividad, talento, capacidad de trabajo.



Para todos aquellos que estén introduciéndose en este mundo, ¿qué les recomendarías?
Asistir a algún cursillo al principio, porque ser autodidacta desde el principio es muy difícil. Una vez que hayamos aprendido la técnica básica, relacionarse con aficionados, ver muchas fotografías, ser muy observador, hacer muchas fotografías, disfrutar de la afición y estar siempre aprendiendo. Hay que tener en cuenta que los cursos que hagamos nos harán avanzar siempre más rápido, que hacerlo por nosotros mismos.
Para acabar, me gustaría comentar que aunque mi labor como profesor de fotografía es la más conocida, también realizo actividades como fotógrafo y como cineasta. Actualmente estoy acabando un documental y escribiendo un manual-curso de fotografía.
Muchas gracias a Lebrijadigital.com , por haberme dado la oportunidad de expresarme en esta entrevista.

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